La búsqueda de un anticonceptivo para ellos es una carrera que viene de años, ahora impulsada por la buena disposición de los hombres de ser parte del control de la fertilidad.
Uno de los últimos estudios, apoyado por la OMS, y que reclutó cientos de parejas para evaluar la eficacia y seguridad de un método anticonceptivo hormonal inyectable, demostró que aplicando una inyección cada ocho semanas, la producción de espermios disminuye lo suficiente como para hablar de anticoncepción. Sin embargo, el proyecto se discontinuó por los efectos secundarios detectados, como aumento de peso, disminución de la libido y trastornos del ánimo.
Ante la ausencia de métodos de anticoncepción masculina temporales, la vasectomía se mantiene todavía como la alternativa más segura y efectiva. En todo el mundo son más de 30 millones de parejas las que han confiado en ella y sólo en Estados Unidos, por ejemplo, se realizan entre 600 mil y un millón de estas cirugías cada año.
En Chile, todavía estamos muy lejos de estas cifras: en 2006 se realizaron 18.750 ligaduras de trompas y sólo 75 vasectomías en el sistema público, pese a que esta última cirugía es un método anticonceptivo seguro, menos riesgoso y costoso que el primero. Según el doctor Cristián Palma, urólogo de Clínica Las Condes, aunque actualmente está aumentando la cantidad de pacientes que solicitan una vasectomía, todavía no es suficiente.
Entre las principales razones para recurrir a este procedimiento se encuentran los hombres con paternidad cumplida o maridos que, por decisión familiar, optaron por ser ellos quienes reciban la anticoncepción.
La vasectomía es una cirugía sencilla, que no dura más de 20 minutos, que no requiere hospitalización, se puede realizar con anestesia local casi no tiene riesgos, es fácil de hacer y está cubierto por todos los sistemas de previsión. “Un paciente se opera en la tarde y al día siguiente está trabajando”, señala el doctor Palma.
La cirugía consiste en cortar los conductos deferentes que son los que llevan los espermatozoides desde el testículo (lugar donde se producen) hasta la próstata, que es la zona en la que se unen con el semen.
“Al realizar una vasectomía, el volumen del semen no sufre ningún cambio, porque lo que viene de los testículos son sólo los espermatozoides, que es apenas el 5% del total del volumen eyaculado”, explica el doctor Palma. Además, no provoca problemas sexuales, porque no afecta la erección ni el deseo sexual. Tampoco disminuye el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual.
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